LAS NAVIDADES, ¿BIEN O EN FAMILIA?..............LA SAGA

Capítulo 3: NOCHEVIEJA Y AÑO NUEVO

"Cuando eramos ricos....." Esta frase la utiliza mucho                                    

mi marido, sobretodo cuando se aproxima el día de Nochevieja. Y es que cuando eramos novios y algunos años después de casados, como no teníamos niños solíamos pasar la Nochevieja en algún restaurante y/o algún hotel en los que en el precio te incluyen cena, baile, cotillón y la posibilidad de quedarte a pasar la noche en el mismo hotel (no puedo contener mi sonrisa al recordar aquellos años). En fin, uno se hace mayor, tiene hijos y las cosas cambian. Ya no eres tan rico y las nocheviejas se programan de otra manera. Muchos pensarán que se puede dejar a los niños con los abuelos, si, pero los abuelos de mis hijos también salen esa noche y no es solo trasnochar y beber toda la noche, el problema es al día siguiente, que los hijos son tuyos y debes de aguantarlos todo el día. Por todo ello nosotros ya hace varios años que nos juntamos con los amigos de mi marido, con la peña LF. El plan es cena, baile y cotillón en el casal y así también pueden estar los niños hasta que su cuerpo, o el nuestro, aguante. Lo perfecto de la velada, es que ellos, los chicos, son los que lo organizan todo, nosotras solo tenemos que elegir entre carne o pescado. Es verdad que siempre hay alguna que, por alguna circunstancia, se encarga de alguna cosita, pero es irrelevante. Este año los entrantes consistían en bandejas de marisco variado y bandejas de ibéricos y queso. Como platos fuertes teníamos que elegir entre rape a la marinera (creo, no lo recuerdo muy bien porque yo elegí carne) o carrillada. De postre teníamos, como no, naranjas (clementina del terreno) y un surtido de bombones y miniaturas dulces; uvas de la suerte y cotillón. Yo, una de las tradiciones que no comparto (simplemente porque no me gusta esa fruta) es la de las doce uvas, yo prefiero tomar doce gajos de naranja y sobretodo si son las mencionadas anteriormente.  

Mi forma particular de recibir el nuevo año.

   Voy a hacer una mención especial a los chicos (a todos M, M, J ,JC, CJ, JJ, A y U) que prepararon la cena, por lo que se lo curraron organizando, comprando y preparando todo para que pudiéramos disfrutar al máximo de la noche. Todos decidieron el menú, pusieron la mesa, uno preparó el centro de la mesa, otro compró la bebida, otro preparó galeras con ajetes tiernos, otro compró pan, otro se encargó de los bombones y los dulces, otr@s se encargaron del papel del WC (decorado como billetes), del cotillón, de las uvas de la suerte, de las naranjas, etc. Otro se encargó de la música, preparada para que durara aproximadamente tres horas y media, por cierto muy variada y muy acertada. Y así le dimos la bienvenida a este temido 2012.

Delantal del maestro paellero de la peña, uno de los organizadores de la cena.

 

Estrella bordada por ganar el concurso de paellas en las fiestas patronales.

 Del dia de año nuevo que os puedo comentar........sueño, sueño, y más sueño; eso si, sin resaca. Como todos los años, puntuales a la cita, disfrutamos del Concierto de Año Nuevo. Este año, para mi, el concierto se puede resumir en dos palabras..... Im- presionante. Es que si todos los años el concierto es genial, este año, el gran Mariss Jansons, rozó la perfección con temas de Johan y Joseph Strauss, Carl Michael Zieher, Joseph Hellmesberger, Hans Christian Lumbye y Piotr I. Tchaikovsky; y, aunque todos los años el concierto termina de la misma manera, todavía me emociono con El Danubio Azul y no puedo controlar mis manos acompañando con las palmas la Marcha Radetzky.

   Después de un baño de valses, polkas, ect. nada mejor que un buen aperitivo al solecito de esa mañana y una buena paella de las del Tio Pascual (que aparte de los belenes, también domina el tema de los arroces).

Terminamos el día como la mayoria de personas, con siesta, sofing, mas sofing y pronto, pronto, a dormir.

  Este capítulo se lo podia dedicar a mucha gente pero se lo voy a dedicar especialmente a M, porque tiene mucha paciencia conmigo, porque le quiero, y porque quiero que siempre sea  para él el primer beso del año.